Ben peter Tenía 13 años en ese entonces y estaba metido en Zelda, tenía todos los juegos menos Majora's Mask, pero estaba obteniendo el Beta para el juego, mi mamá decía que lo jugaba mucho, pero cuando no tienes ningún amigo, los vídeo juegos son lo único que tienes, y debo decir que a veces pretendía ser Link. Oh viejo, hubiera dado lo que fuera por ser él, ir de aventuras con mi hada a mi lado, pero en la vida real era un idiota que nadie quería, ni siquiera mi viejo mejor amigo. Él había tenido una racha de crecimiento y era uno de los chicos geniales y yo… Yo seguía midiendo 4 pies de alto (1,22 metros), no era justo. Odiaba como me molestaba después de eso, inclusive llegando a darme una paliza un par de veces, y la peor parte es que vive al lado y cada vez que me ve, él me patea el trasero, así que no salgo de mi casa. Tengo una madre soltera, un hermano y una hermana, ellos son gemelos y solo tienen 7 años, por lo tanto después de la escuela me encargo de ser su niñera
Era el mismo, nada especial y aburrido día, excepto por la paliza antes y después de la escuela, y el dolor de tener que bajar mi mochila de un árbol y tener que recoger a mis hermanos de su escuela, y oh sí la golpiza que me dieron enfrente de ellos tan pronto como llegamos a la casa... Sí no había nada nuevo, excepto que la bandera del correo estaba arriba. Me levanté del suelo y limpié la sangre de mi cara por la quinta vez ese día.
-Viejo, mi manga luce como si hubiera matado a alguien, hombre. Mamá va a matarme cuando lo vea. Veamos que hay en el correo, basura, basura, basura. ¡Oye espera! ¡OH VIEJO! ¡RAYOS, ESTÁ AQUÍ!
Así es, Majora's Mask estaba aquí. Al menos, estaba en japonés y era solo el Beta, tenía demasiados "glitches" (se escucha mejor en inglés), pero estaba aquí; corrí hacia mi habitación aventando la mochila al piso, puse el juego en mi Nintendo 64 y jugué por horas. Solo con decirles que estaba a punto de terminarlo cuando mi mamá llegó a casa después de su día de 9 horas de trabajo.
-Oh Dios Ben, acércate, mira esta casa. ¿Hiciste algo hoy? ¡BEN, BAJA AQUÍ AHORA MISMO!
Eso fue lo que escuché.
-¡Sí, ya voy! ¡Déjame guardar! -¡AHORA BEN!- gritó mamá, estaba enojada.
Caminé fuera de mi habitación y bajé las escaleras para ver que los gemelos habían puesto la casa patas arriba mientras yo jugaba mi juego nuevo, y la mirada en la cara de mamá podría haber matado, y digamos que no iba a ser a mis hermanos.
-¿Ves esta casa?- me preguntó en ese tono que sabes que no ganarás aunque contestes correctamente, así que simplemente no respondí y solo asentí mirando un punto en la pared–Ben, esto es suficiente, necesito tu ayuda cuando estoy trabajando. No te pido que hagas mucho, solo que mantengas la casa limpia, cuides a tus hermanos y te quedes fuera de las peleas, y ni siquiera haces eso, escuché del vecino que tú y Jack pelearon de nuevo… ¡Nada que decir de ti mismo! Vamos, Ben, ¿Por qué tienen que estar peleando todo el tiempo?
Protesté:"¡Él empezó!"
Pero ella solo se quedó ahí, mirándome.
-Deberías de haberlo parado, Ben. Tienes 15 años, no más juegos infantiles. ¡Un corte más y voy a quitarte todos tus juegos! ¡Ni una palabra más!
¿Por qué siempre era mi culpa? Yo no hacía nada, pero siempre me metía en problemas y la peor parte, mamá me quitó mi nuevo juego antes de que le mostrara que podía salir más con otros chicos y cuidar la casa como ella dijo. ¡Qué molestia!
-Oye, Ben. Como no tienes ningún videojuego que jugar, ¿nos podrías llevar al parque?- preguntó mi hermano. Lo miré a él y a mi hermana que se estaba escondiendo detrás de él.
Miré mi reloj y pregunté:
-¿Por qué querrían ir ustedes dos al parque ahora que se está haciendo tarde? Mi madre llegará pronto, acabo de terminar de limpiar y estoy cansado.
Ellos me miraron con sus caras tristes, así que me rendí y los llevé al parque cerca del lago. Ellos jugaron por horas y perdí el sentido del paso del tiempo. E sol se estaba ocultando y estaba oscureciendo, pero no vivíamos lejos del lago por lo que no traté de ir a casa pronto, tal vez debí hacerlo.
-Oye Ben, ¿crees que mamá se enojé contigo por estar afuera tan tarde?
Él tenía un punto, así que le grité a mi hermana que fuera a casa con mi hermano, y yo me quedé en el parque solo. Sabía que me debí de haber ido con ellos, pero no quería ver a mamá después de tomar mi juego antes de que pudiera completarlo. Me quedé afuera hasta eso de las 10 pm, pero me estaba aburriendo y quería irme a casa a jugar mis viejos juegos de Zelda, pero nunca llegué a las puertas del parque antes de que los bravucones de la escuela salieran de la oscuridad a la luz del parque. Parecía que habían estado observando, y supe que esto no iba a terminar bien.
-Oigan si no fuera el Link que quiere ser... Oye, Zelda, ¿dónde está tu princesa?- dijo uno de los bastardos borrachos, y sé que debí haber cerrado mi gran boca, pero tenía que contestarles. -¡Zelda es la princesa, tú un tarado!
Tarado debe ser la palabra que hace que la gente estúpida haga cosas estúpidas, porque ellos se enfadaron y yo corrí por mi vida. No pude ir muy lejos antes de que Jack, el imbécil futbolista, me tacleara hacia el piso para proceder a frotar mi cara contra el piso hasta que pude saborear sangre y pasto. Le grité que me dejara ir, pero mis gritos débiles los hicieron enojar en un frenesí. Ellos me golpearon y me patearon una y otra vez hasta que pasara de mi último aliento. Me encerraron en el maletero de un coche, empecé a sentir pánico y pude escuchar la voz de Jack desde afuera del carro. Los escuché decir algo acerca de "lanzarlo del puente".
"¡Oh rayos!, ellos van a matarme", pensé, comencé a gritar pidiendo ayuda y a patear el techo del maletero. A eso de mi quinta patada, el maletero se abrió y traté de alejarme, pero ellos me agarraron y me tiraron al piso detrás del carro.
-¡Quédate ahí!- gritó Jack, como olía a cerveza y se tambaleaba cuando caminaba. -¡Por favor, tienes que dejarme ir, Jack! No le contaré a mi mamá. ¡Solo déjame ir a casa!
Rogué por mi vida pero su amigo solo me pateó en la cara y sus otros amigos me levantaron y empezaron a atar mis manos y pies. Cuando lo hicieron supe que no iba a salir de esta, por lo tanto empecé a pensar sobre mi vida. Dios, sí que apestaba, y mi madre… Debí haber sido un mejor hijo, mi hermana y hermano, desearía haber sido más amable con ellos… Y mi vídeo juego, ¿por qué, por qué no pude terminarlo? Si hubiera podido hacer algo, hubiera sido eso.
-¿Tus últimas palabras, Ben?- preguntó Jack. Pensé por un minuto y dije –Sí, ¡si muero aquí hoy, volveré y los mataré a todos, aún si me toma por siempre, voy a encontrarlos y los haré pagar por todo lo que me hicieron todos estos años, lo prometo! ¡Juró por mi juego de Majora's Mask que volveré!
Ellos rieron, me pusieron una bolsa de tela café sobre la cabeza, me levantaron por encima de la barandilla y me aventaron desde ahí. Caí al lago con un salpicón, rápidamente el agua llenó la bolsa de tela cubriendo mi cara y sobre mi cabeza. No podía respirar, el poco aire que tenía en mis pulmones se escapó a través de mi nariz. Luché pero no podía mover mi mano o mi pie para patear, así que me hundí hasta el fondo del lago donde morí y ahí debería ser donde esta historia termina, pero no.
Tuve mi venganza. Verás, después de que me encontraran en un riachuelo una semana después mi madre le dio mis juegos a Jack, él era mi mejor amigo después de todo. Él encontró mi juego de Majora's Mask donde vió mi archivo guardado llamado simplemente "BEN".
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Él empezó el juego donde lo dejé y fue directo a la parte del Skull Kid (suena mejor en inglés), digamos que vio la estatua de Link, solo que no lo dejaría en paz, lo continuaba siguiendo.
Al principio pensó que era un glitch porque era un Beta pero seguían apareciendo cosas extrañas, y luego se empezó a ahogar a sí mismo enfrente de sus ojos. Él se asustó y trató de apagarlo pero no lo haría, y cada vez que lo intentaba aparecía este mensaje en su pantalla: "YOU SHOULDN'T HAVE DONE THAT!"(no deberías haber hecho eso). Luego la estatua de Link estaba sonriendo y el sonido de la risa de Skull Kid llenó la habitación.
Al siguiente día él estaba muerto. Se ahorcó por su propia mano en su habitación y en la próxima semana los otros le siguieron. Los encontré, sí. ¡Y ahora voy por todos los demás! ¿Cuál dijiste que era tu nombre? ¡Creo que me gustaría enviarte un juego!
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